Las pinturas murales medievales de la Ermita de San Cosme y San Damián de Bolaños de Calatrava (conocida como “Ermita del Cristo”) atestiguan que su origen se remonta al siglo XV.  Remodelada en varias ocasiones, destaca la ampliación acaecida en la segunda mitad del s. XVIII, acogiendo desde entonces las imágenes del Cristo de la Columna (que pasó a ser el Patrón del pueblo), de Ntra. Sra. de la Soledad y de San Antón Abad. La tradición votiva hacia estas advocaciones se desarrolla desde  finales del s. XIX hasta los años 70 del s. XX. 

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La colección de exvotos hoy en día ha desaparecido. Durante la Guerra Civil la ermita es expoliada (quemándose las tres imágenes devocionales que albergaba) y sirvió de lugar de refugio para exiliados extremeños. Finalizada la contienda se desconoce cómo se reubican de nuevo antiguos cuadros votivos, proliferando durante los periodos de la Posguerra y el Desarrollismo del Franquismo los exvotos de cera y fotográficos donados a San Antón. La colección votiva se pierde de nuevo tras el desalojo de los bienes muebles del templo para la reforma del inmueble, sucedida en los años 70 del s. XX, cuándo se dio orden a los feligreses bolañegos, por medio del pregonero municipal, de la retirada de sus  “cuadros”. En domicilios particulares cuelgan excelentes obras votivas de la saga de los López, fotógrafos afincados en Almagro desde finales del s. XIX.

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Casualmente será en abril del año 2014, al desmontarse el retablo del Cristo de la Columna para su restauración,  cuando se encuentre escondido  el único exvoto narrativo bordado ofrecido al Santo, Julián Prado en inminente peligro,  y cuya fecha de donación  constatada  en su cartela es  del 14 de septiembre de 1881. Este cuadro votivo es el textil más antiguo, bordado a mano, de cuantos se conservan en los Santuarios del Campo de Calatrava.