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Cuadro votivo centenario en Ermita de San Cosme y San Damián

1881.EXV01TEXTIL01CC Julián Prado en inminente peligro. Cristo de la Columna1881.EXV01TEXT

Julián Prado en inminente peligro

Bordadora.- Desconocida

1881.EXV01TEXTIL01CC.

Julián Prado en eminente peligroVoz de Javier Calzado Aranda
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Transcripción de la cartela:

    “Allandome en inminente peligrorecurri al

Smo Cristo ofreciendolehacer publico mi agrade

Cimiento por medio de este recuerdo el cual le dedica...

Para mayor homenaje y gloria de Dios-    

Julian Prado Calzado

   Bolaños 14-9-1881”

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FICHA TÉCNICA

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AUTORÍA:

Fotógrafo.- Desconocido.

Bordadora.- Desconocida.

Artesano ebanista.- Desconocido.

DONANTE.- Julián Prado Calzado (agraciado). Bolaños de Cva.

DATACIÓN.- 14/09/1881

TIPOLOGÍA.- Exvoto narrativo fotográfico textil. 

DIMENSIONES

Con marco.- 63 x71 cm. / Sin marco.- 48 x 55 cm.

TÉCNICA MIXTA.- Collage sobre tejido de raso. Fotografías analógicas en blanco y negro. Bordado a mano con bastidor (nudo francés, cordoncillos, punto espiga, realces y matizados) con hilos de algodón (rojo, rosa, marrón, verdes, amarillo, naranja, malva y morado). Espumillón plateado.

Nº DE REG. TEXTIL.- 1881.EXV01TEXTIL01CC.

UBICACIÓN.- Sacristía de la Ermita de San Cosme y San Damián. (Bolaños de Cva.)

c1881. ROSA ROSAJulián Prado en inminente peligro.jpg
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Su historia...

Una rama  simula una gran hoja, que se expande en forma acorazonada y abraza el plano celestial y  el plano terrenal del primer cuadro bordado que se conserva del Campo de Calatrava. Rosas “grana” en los angulares encuadran el adorno textil; más flores  rosas salpican el follaje, y un par de pensamientos amarillos y morados, remarcan (casi superpuestos) el pergamino de epigrafía bordada que testimonia el hecho subsanado y que fijado por un zarcillo, muta en vegetal surgiendo de su enroscamiento lateral derecho otro largo filamento trepador.

El Cristo barbado de papelón, ya martirizado, permanece de pie, erguido, hierático… , con el cuerpo entero paralelo a una columna, más alta que él, a la que rodea con sus brazos (al estar atadas sus manos a ella por un cordón), mientras gira la cabeza hacia delante en ademán de mirar a sus devotos con sus ojos vítreos. La figura, con el torso desnudo, permanece con los pies descalzos; cubriéndole de cintura  hasta media pierna un tonelete largo de terciopelo granate bordado, en oro litúrgico, con roleos de hojas y flores; la faldilla es rematada por un largo fleco metálico (posiblemente de canutillo rizado). Un cíngulo cae sobre el cuello el Cristo, ciñendo su largo cabello natural en la nuca, sobre la que descansa la corona vegetal de espinas (anacronismo iconográfico al acontecer “la coronación de espinas” posterior a la flagelación). Una guirnalda floral serpenteante que toma forma helicoidal al enroscarse por el apoyo renacentista del flagelado, es rematada a la altura del capitel por un ramo, que semeja a una “alabarda florida”, aportando a la fotografía de la imagen azotada: humanización y esperanza. 

Un cíngulo está anudado sobre el pecho, cayendo sus extremos borlados sobre el antebrazo derecho, siendo cada uno de los borlones de las terminaciones de canutillo de hilo de oro; sujetados por las gráciles manos de ángeles-niños (putti) sedentes de madera, que acompañan a Jesús flagelado, sentados en las esquinas ochavadas de la alta peana.

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Julián Prado es fotografiado trajeado en estudio, en un retrato en blanco y negro de tres cuartos. Se  le presenta como hombre corpulento y seguro. El “corredor” bolañego, vivió muchos años comercializando cereales, vino y aceite entre Bolaños y Sevilla, ciudad donde fijó su negocio mercantil, según testimonian parientes directos centenarios, que desconocían la existencia de este cuadro-recuerdo del familiar custodiado en la Ermita del Cristo. 

El exorno del cuadro parte de la originalidad de la artesana para embellecer y adherir al textil el papel fotográfico de la estampa y del retrato del agraciado, por medio del hilvanado sobre el papel con hilo blanco la imagen de la advocación y con hilo naranja la imagen del agraciado; y luego el pegado superpuesto de la tira de espumillón brillante plateada. Las técnicas empleadas por la trabadora textil  para matizar y resaltar los motivos florales son las habituales en el bordado: punto atrás, realce, nudo francés, matiz y punto espiga (semejante al punto de incrustación).

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La bordadora dibuja la silueta de una filacteria, centrada en la parte inferior del exorno del cuadro, para desarrollar en su interior el mensaje bordado a punto tallo del cuadro votivo que le ha sido encargado. La cartela bordada a bastidor, tatuada con hilo de algodón sobre soporte de raso, es planteada como género discursivo: se inicia empleando el gerundio, identificando al beneficiario, aludiendo y agradeciendo la milagrosa intervención del Santísimo Cristo a la vez que contribuye al engrandecimiento de su patrón. Textualmente proclama como se cumple la promesa: “…por medio de este recuerdo el cual le dedico para mayor homenaje y gloria de Dios.-”, utilizando el término “recuerdo” y no se olvida de aportar la fecha del acontecimiento precedida del nombre de la población.

 

La obra se tensa en un marco artesanal forrado de terciopelo, sin sección angular reforzada con otro material sobrepuesto, al estar montados y pegados perfectamente el corte de los ingletes. Se aprecia que la tela noble que recubre el marco fue recortada directamente sobre el cuadro, tras ser tensada la obra. No puede observarse el recorte del textil en el anverso, al estar protegido totalmente este por la trasera. 

 

Misceláneas y curiosidades 

  • Casualmente será en abril de 2014, al desmontarse el retablo para su restauración,  cuando se encuentre este cuadro-recuerdo escondido entre el tabernáculo y la pared, pasando este cuadro votivo a ser el textil más antiguo bordado a mano, de cuantos se conservan en los Santuarios del Campo de Calatrava como se dijo en un comienzo.

  • El marco confeccionado recuerda por su recubrimiento por terciopelo a dos enmarcaciones de cuadros votivos donados a la Virgen del Monte años más tarde, en los años 1902 y 1918.

  • El cíngulo es un ornamento textil de carácter utilitario y simbólico que acompaña a túnicas, hábitos, etc. Carece de utilidad en las “faldillas”, ello corrobora que el Cristo de la Columna bolañego poseía desde finales del s. XIX entre sus atuendos textiles alguna túnica. La Hermandad es conocedora de la existencia de un hábito de antes de la Guerra Civil que posee una familia devota en su domicilio particular.

  • Una fotografía original del Cristo de la Columna idéntica a la del cuadro, la exhibe la Cofradía enmarcada en la sacristía de la ermita, con la visión completa de las << andas de tulipanes>> que desde finales del s. XIX hasta el expolio de la ermita acaecido al inicio de la Guerra Civil fueron utilizadas para procesionar al viejo patrón bolañego.

  • <<Las andas de tulipanes>> desaparecen, conservándose hoy en día una de las tallas de  “nubosa con querubines”, reaprovechada por Antonio Martín para decorar el frontal del atril de pie, utilizado para oficiar las lecturas sagradas durante las misas en la ermita.

  • En el reverso, se mantiene el gran cáncamo originario de la obra votiva, que conserva cordones anudados al haber estado colgado ligeramentevolcado hacia adelante. Un collage de papeles varios pegados con engrudo y luego clavados a todo el perímetro del marco  con “chinches”  guarda el revés del tapiz votivo y del remate del tejido envolvente del marco.

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Cartela Exvoto Cristo de la Columna

Los ángulos de las <<andas de tulipanes>> son ornamentados por cuatro figuras infantiles de arranque para los cuatro brazos de  candelabros modernistas de bases de metal fundido y rematados por cuatro tulipas con forma de tulipán, constituidas por  cuatro pétalos de cristal separados por nervios metálicos. Los amorcillos sujetan su candelabro con los brazos a diferente altura (barbilla u ombligo), mientras sus piernas  mutan en grandes hojas que sirven de pie o base para todo el conjunto lumínico que se encuentra apagado.

​La blanca peana para elevar al Santo es ochavada. El lado frontal, más grande, posee decoración en relieve enmarcada en un rectángulo y dispuesta simétricamente; constituida por dos rocallas confrontadas, que a manera de paréntesis remarcan el anagrama de Cristo con las letras JHS (Jesús Hombre Salvador) y dos ramas vegetales laterales. Delante del patrón, centrada se yergue una laboriosa talla nubosa con querubines, iconografía atribuida al culto de Imágenes de Gloria como Corte Celestial.

Trasera.webP

Proyecto: “Enhebrando santuarios…”, extraído de la tesis doctoral CUADROS-RECUERDO DE LOS TEMPLOS DEL CAMPO DE CALATRAVA. ARTE TEXTIL AL SERVICIO DE LA DEVOCIÓN realizada por María Jesús de Toro Calzado.

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